Caída de reservas y baja ocupación, la situación económica afecta al turismo nacional
La inflación y la situación económica están repercutiendo en los planes de vacaciones, y muchas familias decidieron bajarse de sus reservas para prepararse para un año difícil. Esto impacta en las localidades turísticas como Bariloche, Iguazú y la costa atlántica.
La temporada de verano 2023-2024 se está viviendo con un clima de creciente inflación e incertidumbre sobre el impacto que podrían tener las políticas del nuevo gobierno en el bolsillo de la gente, y ésto tuvo un fuerte impacto en el turismo nacional.
El cambio de gobierno, el aumento de la inflación que se percibió en el mes de diciembre, la devaluación del 118%, los constantes vaticinios del presidente Javier Milei y su Ministro de Economía Luis Caputo de que se vendrán tiempos muy duros y los contenidos del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) son factores que hicieron que muchos argentinos cancelaran sus vacaciones.
Es tal el impacto de la situación económica, que muchas familias incluso decidieron cancelar sus reservas que habían pagado parcial o totalmente en servicios como tours o alojamiento, prefiriendo perder el dinero depositado para no tener que gastar más durante el viaje.
Esto se está viviendo con mucha preocupación en los destinos turísticos más frecuentados, que no solo ven caer las reservas sino que cada vez tienen menos consultas para reservar servicios en lo que queda de enero y febrero.
La costa
El Partido de la Costa, en la provincia de Buenos Aires, contiene algunas de las localidades más elegidas para vacacionar, como Cariló, Pinamar y San Clemente del Tuyú. Es común que cada fin de semana largo las localidades se llenen de familias tanto de capital como de provincia de Buenos Aires que buscan una escapada a las playas.
Para programar las vacaciones de verano en la costa, generalmente hay que reservar hospedaje con varios meses de anticipación, ya que los hoteles y hospedajes mantienen el 100% de ocupación desde diciembre hasta febrero.
Este año, sin embargo, el turismo en la costa se vió afectado por la situación económica del país, llegando en algunos casos a caer un 40% con respecto al mismo mes del año anterior. Esta zona de la costa atlántica tiene la característica de contar en su mayoría con turismo argentino, por lo que es la más afectada por la situación a nivel nacional.
Gustavo Sosa, Director de Turismo de la Secretaría de Turismo, Marketing y Desarrollo Sostenible de La Costa, informó al diario Ámbito que para ésta etapa del año el partido llegaba con reservas al 100%, pero que este año cuentan con el 60% de reservas para enero y el 40% para febrero.
Las localidades de Mar de las Pampas, Pinamar y Cariló llegaron a enero con reservas del 70% y para febrero apenas están llegando entre el 30 y el 40% de las reservas, esperando que aumente a medida que pase el mes. La mejor posicionada de la costa atlántica es Mar del Plata que registró una demanda del 85% pero que sigue siendo baja comparado con el 98% que registró el año pasado.
Otros destinos
Panoramas similares se viven en la mayoría de los destinos turísticos del país. Lugares como San Carlos de Bariloche, en Río Negro, está registrando una ocupación del 85%, más baja que el 97% del año pasado.
Este destino es muy visitado por el turismo extranjero, por lo que la baja del turismo nacional no impacta tanto como lo hace en la costa. Así y todo, aunque este año se está viendo un pequeño aumento del turismo internacional, ésto no llega a compensar el golpe que la situación económica está generando en el turismo nacional.
Sergio Herrero, secretario de Turismo de Bariloche, anunció que el gobierno de la ciudad está pensando en lanzar una iniciativa similar al Programa Nacional Pre-Viaje, que tanto impulsó el turismo durante el gobierno de Alberto Fernandez. En éste caso sería una iniciativa que impactaría directamente en el precio de los hoteles y los servicios.
Los destinos del NEA también se ven afectados por ésta situación. Omar Masulo, dueño de Cabañas Castillo en la localidad de Iguazú, comentó en diálogo con NEA HOY que muchos de sus colegas cabañeros están preocupados porque no llegan a completar las reservas como lo hacían el año pasado y hay muchas menos consultas.
“Lo mismo que está pasando en la costa atlántica está repercutiendo en las cataratas” aseguró, “y yo creo que está repercutiendo a nivel nacional, porque cuando ven que un país está inestable, que se está atacando a la economía como se está atacando, lo primero que uno saca y elimina son las vacaciones”.
En el caso de Masulo, pudieron llegar a cubrir reservas ofreciendo importantes descuentos desde octubre, que se ocupó para estoquearse con productos de limpieza antes de que suban. Esto le permitió asegurar ocupación durante el verano, aunque bajando importantemente el porcentaje de ganancias.
El caso de Iguazú, así como otros destinos del NEA, tienen la característica de tener turismo durante todo el año y no depender del verano como lo hace la costa. Sin embargo, de continuar ésta tendencia también estaría afectando negativamente a todas las localidades turísticas, que sostienen miles de puestos de trabajo.